20 años de Euronews y de la Unión Europea. Mi relato.

El 1 de enero se cumplieron 20 años del arranque de Euronews, la cadena todo información paneuropea con sede en Lyon (Francia).  Arrancó simbólicamente el mismo día que entraba en vigor el Tratado de Maastricht que establecía la libre circulación de personas, mercancías, servicios y capitales entre los miembros, doce entonces; el mismo día   que estrenábamos nombre, dejábamos de ser la Comunidad Económica Europea y nos convertíamos en la Unión Europea. Y nos preguntábamos si el nombre cuajaría.

Sede de Euronews. Ecully, periferia de Lyon (Francia)

Sede de Euronews. Ecully, periferia de Lyon (Francia)

Fue el 1 de enero de 1993. Yo fui una de las pioneras de Euronews y este fin de semana pasado recordaba en un restaurante de la Croix-Rousse con Luis Rivas (uno de los pilares de Euronews hasta hace poco) aquella Nochevieja. Lo recordábamos porque fue una puesta en marcha que cumplimos con el horario previsto por los pelos, terminando de montar los reportajes en el último minuto. Con una precariedad de medios que echó por tierra a las primeras de cambio la idea e ilusión que algunos nos habíamos hecho sobre la CNN europea, que es como se presentó Euronews al público y a los aspirantes a trabajar en ella, en un momento en que la cadena estadounidense estaba en pleno apogeo,  disfrutando aún de los laureles de su mayor gloria, la Guerra del Golfo de 1991.

Los dos años que trabajé en aquel embrión de televisión europea fueron mi inmersión intensiva en la información internacional (varias crónicas al día, con material de agencia), me sirvieron para aprender mucho sobre otras culturas televisivas,  mejorar los idiomas que hablaba y supusieron mi pérdida de inocencia europeísta, que no de mi europeísmo.

Distintas culturas televisivas y no solo televisivas

Euronews arrancó emitiendo simultáneamente en cinco lenguas*, poco comparado con las doce, casi trece, actuales, pero revolucionario en aquel momento. Para hacer eso posible la redacción estaba compuesta por periodistas que dominaban esas lenguas y, por lo tanto, de distintos orígenes. Ahí fuimos a trabajar periodistas de España, de Italia, de Francia, de Suiza, de Alemania, del Reino Unido e, incluso, de los Estados Unidos y Australia. Y se distinguían dos grandes grupos grosso modo por lo que a lenguaje narrativo y concepción televisiva se refiere, los latinos y los anglosajones. En Euronews, era la época de la guerra de Bosnia-Herzegovina, aprendí gracias a mis colegas de otros países que para transmitir la tragedia y la crudeza de la guerra no es necesario ponerle al espectador en la pantalla las imágenes más gore, descarnadas y sangrientas, como solía ser lo más habitual entre españoles e italianos para desesperación e incluso escándalo de los demás. Un mismo montaje visual tenía que valer para todas las lenguas y eso fue -imagino que sigue siendo- una fuente constante de conflicto. Y de enriquecimiento.

Ahí, en Euronews, conviví día a día con el prurito de mis colegas alemanes (generación nacida en los 60) por evitar términos tóxicos que pudieran ser interpretados en boca de un alemán como nacionalistas, prepotentes o racistas. A menudo los textos de franceses, españoles o italianos no pasaban ese filtro, si se caía en la tentación de traducir literalmente al alemán. Recuerdo a dos colegas alemanes viendo un partido de su selección en el Mundial de fútbol de los EEUU en un rincón, en silencio, intentando pasar desapercibidos. Los italianos, en cambio, no vivían para otra cosa e incluso organizaban excursiones a la frontera para ver “sus” partidos en Italia. Era 1994.

En Euronews aprendí día a día la distinta relación intelectual y sentimental que teníamos con Alemania, Rusia, los Estados Unidos, África, Asia e Iberoamérica en función de nuestro país de origen, la cultura que habíamos mamado y los imperios de los que veníamos, por lejanos que nos parecieran. En Euronews aprendí a valorar la cultura latinoamericana que había absorbido casi por ósmosis al crecer en España. Lo que aquí es de cultura general, obvia casi, no lo es en otras culturas. Aprendí a valorar que a lo que algunos aspiraban, aprender español para poder viajar a Latinoamérica, era algo que yo ya llevaba puesto.

Pérdida de inocencia europeísta

Siempre he sostenido que TVE es un microcosmos de España, una empresa donde se reproducen las virtudes, defectos y tensiones del país. De modo similar Euronews me pareció un microcosmos de la Unión Europea. Euronews me enseñó a ponerme en guardia ante el prefijo euro. Ideas grandilocuentes seguidas de realidades precarias e incluso mezquinas. Los foros europeos son los nuevos campos de batalla donde cada uno barre para casa, defiende sus intereses y pelea por sus posiciones. En lugar de bombas y bayonetas se usan otras armas -¡que no es poco!- pero sigue siendo importantísimo elegir los soldados y generales con quienes vas a librar la batalla. Quién mandas a “Europa” a representarte y batirse. Y lo bien armado que estés.

Euronews no fue en aquellos inicios la CNN europea. Se proyectó en la Europa eufórica de finales de los 80, la Europa de los Delors, Mitterand, Kohl, (y en España, González), sobrevalorando la idea e infravalorando los detalles y problemas de la arquitectura, y se materializó ya en época de vacas flacas, en una Europa en crisis que se apretaba el cinturón, aunque desde la perspectiva actual no nos lo parezca. Y de repente me digo que no deja de ser un símbolo más de la UE y pienso en la moneda única. Un proyecto ambicioso que se ideó en aquella Europa soslayando detalles de su arquitectura.

Todas estas reflexiones me han venido a la cabeza este fin de semana pasado en que los pioneros de Euronews, aquellos founding fathers (and mothers!)  nos hemos reunido en Lyon para rememorar aquellas primeras emisiones hace veinte años. Ha sido la ocasión para recuperar a viejos colegas, abrazar a viejos amigos, extrañar a los ausentes y volver al mariposeo divertido y enriquecedor de ir revoloteando de lengua en lengua durante horas como una gimnasia liberadora. El momento de practicar con los hechos individuales un europeísmo crítico, pero europeísmo.

(*) Francés, inglés, alemán, español e italiano.

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1 Response to 20 años de Euronews y de la Unión Europea. Mi relato.

  1. jotapecebe says:

    Gran artículo. Siempre he pensado eso de Euronews, que de tan consensuada para no dejar a ningún país de lado se queda en poca cosa. Lo que más hecho de menos son programas en directo, o programas que se vea que intentan luchar por la audiencia.

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